Robert Adams: YO EXISTO. YO ….. EXISTO. YO …….. EXISTO (1)
Hacer afirmaciones, mantras, ejercicios de yoga y demás, no te despertarán. Empieza desde el principio. Sólo tienes que admitirte a ti mismo que existes. Ésta es la verdad. Tú existes. Así que te dices a ti mismo: «Yo existo. Lo sé a ciencia cierta. Existo. Existo. Eso es todo lo que sé. Soy ignorante de todo lo demás, pero sé que existo». Y, mientras sigues diciéndote esto a ti mismo, «yo existo», empiezas a poner más espacio entre «yo» y «existo». «Yo … existo». Dite esto a ti mismo: «Yo ….. existo», «Yo …….. existo».

  1. LA LUZ, LA DICHA Y LA PAZ MORAN EN MI. 3 abril

Dios no es oscuridad, y me doy cuenta de las veces que necesito recordar y repetírmelo, pues me he reiterado tanto que este mundo es real y que Dios está involucrado en él que creo que mi Fuente carece de bondad o no vería las desgracias que veo. He fabricado un Dios a imagen y semejanza de mi distorsión para embutirlo en un mundo criminal. Me empeño en sostener lo imposible, me aferro con uñas y dientes a mi falta de razón.
No puedo escuchar lo que niego, he vetado el Amor en favor de la ilusión, y ahora tengo miedo. Y claro , la demencia no tiene conclusiones cuerdas.
MI voluntad es ser feliz, la Voluntad de Dios es que sea feliz, ¿hay alguna voluntad más? No, sólo un capricho temporal que confunde la mentira con la realidad creyendo que me separé del Amor y que ahora debo obtenerlo por mi cuenta.

Sigo en la Mente que me alumbró y todo lo que fabriqué no podrá nunca estar por encima de Él. “La luz, la dicha y la paz moran en mí. Mi impecabilidad está garantizada por Dios»

La expresión “darme cuenta“ es un potencial a descubrir en mi vida. La vida tiene una música eterna en mi interior pero como ando con unos auriculares escuchando la misma canción una y otra vez, no me entero y sigo quejándome de que el mundo suena siempre igual.
Todo lo que me enseña el ego es destructivo, ¡cómo voy a creerme inocente!

Tengo la posibilidad de observar que lo que pienso por mi cuenta no soy yo, es más, cuando creo que pienso, no lo estoy haciendo!, solo es un delirio.
El «pienso, luego existo» es un intento del ego para anclarse a una existencia que no le pertenece. Lo siento, Descartes.
Los errores no están para aprender de ellos en un futuro, sino para perdonarlos.
Hoy saltaré de alegría pues sólo me gobiernan las leyes de Dios.
La luz, la dicha y la paz moran en mi interior, sólo debo cuestionar la oscuridad que veo. Mi relación con Dios no se ve afectada por mi idea de amor.

Para llegar a Él hay que aprender a usar este mundo a nuestro favor.
He olvidado amar, ya no sé cómo era, pero el Amor sí me recuerda y a Él me rindo.
Y13

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *