Robert Adams: PON A LA AUTOINDAGACIÓN COMO PRIORITARIA EN TU VIDA (1)
Ése es el método que utilizas, la autoindagación. Sigues al yo-pensamiento hasta su origen. ¿Cuánto tiempo se tarda? Depende de ti mismo, de lo sincero que eres. Si estás utilizando la autoindagación como haces con todo lo demás… Por ejemplo, si dices: «Bueno, hoy voy a practicar el Yo-pensamiento, luego voy a ver una película, después iré a jugar a los bolos y por último veré la televisión, y mañana voy a hacer lo mismo». ¿Qué ocurrirá en un caso así? Muy poco. Pero si pones tu energía en ello, practicas cada vez que puedas, y pones esto como lo prioritario en tu vida, verás resultados sorprendentes. Pero tienes que ponerlo en primer lugar en tu vida.

99 LA SALVACIÓN ES MI ÚNICA FUNCIÓN AQUÍ. 9 abril

No hay otra cosa de la que salvarme que de mis ideas de realidad.
La mente recta no puede inducir al sufrimiento, eso lo veo, ¿como podría crear lo que no es su naturaleza?

Es como una falta de ortografía, puede doler a la vista, pero en verdad no amenaza a la palabra original, aunque la escriba muchas veces mal, me podrá confundir, pero no puedo destruir su etimología. El perdón es sencillo cuando abandono mi tozudez en escribir por mi cuenta.

Toda representación gráfica externa de mis pensamientos son un galimatías de tal envergadura que ya creo que lo que veo no es sino una amenaza al infierno, una realidad que me condena a vivir con el freno puesto. Muy loco.
Y claro, el programa nunca me dirá: “Oye, mira, que estas equivocado, que yo no soy real. Descártame y vuelve a casa que es lo que quieres en verdad.”
Esto no sucederá nunca, sólo puedo liberarme evaluando los resultados que me da, solo así dejaré de desear estar hecha de empalmes de creencias y de amputarme de la totalidad. Me he convertido en un Frankestein de ideas, es urgente que exponga todos mis pensamientos ante la luz de la verdad, sacarlos del lugar donde los guardaba celosamente para tener razón y permitir la criba que me hará recordar que soy la dicha de Dios.

La Salvación es una empresa de colaboración, no puedo apartarme de ningún aspecto de la Filiación o me habré equivocado de maestro. La Salvación está en mi mente y es una decisión que ya tomé , sólo debo permitir que se extienda. Esa es mi función
Es más, si el Espíritu Santo está en mí es porque hay una parte de mi mente que lo pidió. No hay coacción en Dios para que despierte de este juego, palabra que, por cierto , etimológicamente viene del latín” Iocus“ (broma), y se relaciona con la raíz indoeuropea “Yek” ( hablar). Así que este juego es un broma que al hablarla (pensarla) creí en posibilidad de vivirla, por eso muero constantemente, para volver a intentar hacer de lo imposible un hecho.
Abandono el síndrome de Prometeo y me saco las piezas con las que pretendia crearme a mí misma.
No deseo otro dictado que el del Plan de Dios.
La Salvación es mi única función
Y13

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