Robert Adams: TODO LO QUE PARECE OCURRIRTE HA SIDO PREDETERMINADO
Si, por ejemplo, voy a casa esta noche y me entero de que un ladrón ha robado en mi casa y se lo ha llevado todo, ¿Es eso un problema. Todo ha sido predeterminado. Esto fue determinado antes de venir a esta tierra en mi cuerpo. No voy a reaccionar negativamente. No reaccionaré en absoluto. Porque siento que yo soy el universo y que todo está bien. No hay errores. Por lo tanto, bendeciré al ladrón. No hay problema alguno. Si voy caminando por la calle y un coche se salta un semáforo en rojo y me golpea, no es culpa del conductor. Todo ha sido predestinado. Entonces, ¿Por qué me voy a enfadar? La cuestión es que todo lo que parece ocurrirte, ha sido predeterminado. No hay nada malo ni equivocado.

  1. POR ENCIMA DE TODO QUIERO VER. (27 enero)
    Al leer la lección me viene una duda… por encima de todo? de todo, de todo? de mi misma, mis sueños, mi cuerpo, de mi familia? … Me entran calores.
    Y entiendo que si no tuviera resistencias no tendría que hacer las lecciones.
    Si ahora no veo la verdad es que todavía hay un deseo de querer seguir viendo mis cosas, mi especial irrealidad .
    Mis resistencias llegan porque me adelanto e imagino algo que no se me está pidiendo. No tengo que hacer un esfuerzo en ver, tan solo se me pide que reafirme mi compromiso en que quiero ver por encima de mis ideas afincadas en un cementerio de errores pasados .
    La visión no ve formas, sino que ve paz en todas las cosas al reconocerlas insignificantes en lo que aparentan y completas en lo que son.
    Dios me ofrece una reinterpretación a este holograma por el que estoy fascinada.

Si quiero navegar, primero tendré que tener la intención de hacerlo.. deberé dar la orden para que el grumete empiece a izar el ancla o el barco solo dará círculos alrededor de la cuerda atada y no saldrá de puerto (cuántas veces me he sentido así, en bucle).
Y me viene la figura mitológica de Ulises que al volver a casa de la guerra de Troya se enfrentó a los cantos de sirenas hechizándole para que no regresara. Las sirenas sabían que si un hombre las escuchaba y no se sentía cautivado, ellas se desvanecerian.

Hoy me ato al mástil de esta lección, mi compromiso es firme, no sé cómo llevarlo a cabo, pero permito que se me enseñe. La visión no cuesta nada a nadie, sólo puede bendecir. Y acallo los cantos del ego que me invitan a ver como siempre pero es que me tienta porque sabe que de ello depende su existencia.
Doy la orden de izar ancla, esta vez no conozco el camino, solo el destino: Rumbo a Casa
Por encima de todo quiero ver el Amor y recordar lo que te amo, Padre.
Y13

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