
Robert Adams: PREGÚNTATE: ¿QUÉ DIABLOS ESTOY HACIENDO AQUÍ?
¿Cuántos años más te quedan? ¿Qué estás haciendo con tu vida? ¿Cómo pasas cada día? ¿Qué es más importante para ti que cualquier otra cosa? Se inicia por la mañana cuando abres por primera vez los ojos. ¿Qué piensas acerca de lo primero que ves? ¿Que te preguntas tan pronto como te levantas?, dices: «¿Qué diablos estoy haciendo aquí?». Eso es lo más inteligente que puedes decir. En lugar de pensar, quiero una taza de café o tengo que ir al trabajo. Pregúntate: «¿Qué diablos estoy haciendo aquí? ¿Que estoy experimentando? ¿Por qué?»

- EL AMOR DE DIOS ES MI SUSTENTO. (19 febrero)
Esta lección cierra la etapa del primer bloque del Curso y ya siento que me acompañará el resto de mi vida.
Dios no está mirando por un agujerito mis errores para juzgarlos, para eso tendría que tener ego.
Dios no exige, ama con una dimensión que no soy capaz de alcanzar y me honra incluso en las locuras que decido experimentar. Soy libre hasta tal punto que puedo imaginar el tiempo en la eternidad y creer que tiene efectos reales sobre la Verdad.
Y algo me dice :Vale, pero que sucede con mis proyectos, mis ideas, mis problemas, mi trabajo, mi pareja , mis expectativas? Qué , qué , qué ?
Y mi respuesta sigue siendo : Sólo el Amor de Dios es mi sustento.
Cuando busqué el sustento fuera , en situaciones o en otros, no hallé mas que frustración. Y es que buscar el amor fuera implica que yo no estoy en él , y esto de por sí ya es un “suicidio” para el Ser. Si busco desde una base de carencia, eso proyectaré, carencia. ¿y me extraña que el resultado sea insatisfacción?
Cada vez que sustituí a Dios por una creencia pagué un alto precio por ello : el recuerdo de mi eterna libertad.
Me he disfrazado con altares (creencias) imposibles para no ver que soy el heredero universal del Amor.
Esto no significa que deje de abrigarme si tengo frio o que deje de comer si tengo hambre. Pero mi realidad está más allá de un cuerpo en un mundo de ensueño.
Soy pensada por Dios y sostenida en Su extensión. Este mundo no es Su deseo ni fue creado con su acuerdo, pero eso no significa que me he quedado sin Su apoyo, al contrario, Él me ofrece el perdón de la ilusión a través de Su Voz para recordar el Amor que nos profesamos.
Saber que Dios es mi sustento , recorta la distancia al Cielo.
Y con cada hermano con el que hoy me cruce, sólo tendré un pensamiento:
«El Amor de Dios es tu sustento.»
(vuelve a leerlo)
Y13