
Robert Adams: LA PANTALLA ES LA REALIDAD (5)
Así que dices: «¿Como puedo sentir todas esas otras cosas? ¿Cómo puedo sentirme mal? ¿Cómo puedo sentirme herido? ¿Cómo puedo sentir mis problemas?». La razón por la que sientes estas cosas es debido a tu identificación errónea. No estás identificado con la pantalla, estás identificado con las imágenes. Y siempre que crees que eres una imagen, como en la película, vas a sufrir en consecuencia.

lección 60 ( 1 marzo)
El perdón sino va acompañado de corrección en mi mente, es un acto vacuo y de manipulación .Perdonar es un verbo que se conjuga con Dios
Yo me pregunto:
¿Es posible beber sin agua? Para tener la experiencia de beber necesito un vaso de agua.
¿Es posible caminar sin camino? ¿Vivir sin Vida? ¿Es posible perdonar sin Dios?
Cuando la forma ataca a la forma se transparenta el Amor y aparece una sensación de debilidad, pues en el campo defensa-ataque lo que se fomenta es el odio.
Y debo ser honesta porque si voy por la vida proclamando : “soy amor y abundancia” pero luego veo a un hermano y lo juzgo de pobre o violento, no tengo pensamientos amorosos, sino que hago del amor algo odioso.
La Voz de la Dios acalla las creencias de este mundo y me indica cual es mi función aquí, perdonar la ilusión.
Hace mucho, mucho tiempo, dos agricultores iban caminando por un mercado cuando se pararon ante el puesto de un vendedor de semillas al ver unas que nunca antes habían visto.
Uno de ellos preguntó: ¿qué semillas son estas?.
El mercader le respondió: son semillas de bambú, unas semillas muy especiales que vienen del lejano Oriente.
Ante la curiosidad, no pudo contenerse el agricultor y volvió a preguntar: ¿y por qué son tan especiales estas semillas?
El mercader le animó: si te las llevas y las plantas lo averiguarás, tan sólo necesitan abono y agua.
Finalmente, la curiosidad se impuso y los dos agricultores se llevaron las semillas de Bambú, las plantaron, regaron y abonaron siguiendo estrictamente las instrucciones del mercader.
Tras un tiempo, los resultados no eran los esperados, apenas crecían y uno de los agricultores se dirigió al otro:- el mercader nos ha engañado, esto no crece, así que no seguiré regándolas ni abonándolas.-
Pero el otro agricultor pensó que no tenían nada que perder, de manera que decidió hacerse cargo y seguir manteniendo las semillas.
El tiempo, los años pasaban y aquello seguía sin dar sus frutos.
Pero un buen día, cuando el agricultor estaba ya a punto de tirar la toalla y dejar de cultivarlas, se sorprendió al encontrarse que el bambú había alcanzando una altura de 30 metros en tan solo 6 semanas. Que poca fe tuviste amigo con estas semillas. Había un plan en su interior, pero no como tú esperabas amigo, jajaja-
Como ven, el bambú no crece rápidamente por mucho que se le riegue y se le abone, es más, no sale a la superficie durante los primeros siete años. Esto haría pensar a cualquier cultivador que la semilla no es fértil, pero nada más lejos de la realidad, tras siete años el Bambú empieza a crecer con fuerza hasta alcanzar los treinta metros de altura en pocos meses.
Esto es debido a que el bambú durante los primeros siete años se dedica únicamente a fortalecer y desarrollar sus profundas raíces, y tras esos años es cuando empieza a crecer realmente. Si en los siete años no se tiene constancia, jamás crecerá y terminará muriendo.
La vida es como el bambú. Las cosas no producen sus frutos de un día para otro. Hay un tiempo para confiar en las raíces que me sustentan . Si no se riega cada día con una pequeña dosis de buena voluntad, de paciencia y perdón , el despertar se retrasa
Confiar en la fuerza de Vida por encima de cualquier forma, no tener miedo y escuchar el silencio inalterable del proceso es entregarse a Dios sin exigencias.
La voz de Dios es mi sustento. No hay nada que temer.
Mis raíces sin solidas.
Mi despertar es inevitable.
Y13